Depresión postvacacional
Más de uno y de una habrá oído hablar de la depresión postvacacional. Pero eso es verdad ¿o no?
Seguro que los que han estado de vacaciones fuera de toda realidad cotidiana después de un tiempo y ha tenido que volver a la rutina, saben de lo que estoy hablando.
Hoy muchas personas habrán tenido que empezar el día a día: levantarse temprano, ir al trabajo, llevar los hijos a la escuela. Se hace cuesta arriba, volver a la cruda realidad. Aunque hay de todo, y algunos están deseando trabajar.
Si te cuesta levantarte por las mañanas. En el trabajo no das ni una. Se te hace cuesta arriba ponerte al día. Sientes que no vas a poder acabar la semana. Quieres salir huyendo de la realidad. Sientes ganas incluso de llorar. Fantaseas con lo que hacías este verano. O irte muy lejos de donde estás... Posiblemente sufras un inicio de depresión postvacacional.
Esto se agrava, si en tu trabajo no estás a gusto, las vacaciones las pasaste en un país, cultura muy distinta de la tuya, has estado por lo menos un mes fuera de tu realidad. Sin ningún tipo de responsabilidad, a excepción de la básica.
Tienen mayor facilidad de adaptación aquellas personas que están agobiadas de pasar un verano, con los niños, la suegra, demás familiares y amigos que mejor tenerlos a distancia. Todo esto en 70 m2 de apartamento. No digamos si el destino vacacional no ha sido el elegido por la persona si no, el que le han impuesto. Para darte algo, vamos...
Lo más aconsejable: volverse unos días antes de empezar a trabajar, para adaptarse al lugar, al horario, en fin, a la rutina que a todos nos toca vivir. Tener todo preparado para cuando empiece el día a día.
A veces el final del verano estalla con discusiones o pequeños roces que han ido surgiendo durante el verano. Y no os quiero contar, si uno se plantea la ruptura con la vida que se ha llevado hasta entonces. Pero eso, os lo contaré la próxima vez...